HOUSTON – Un tribunal federal de apelaciones autorizó al gobierno de Donald Trump a poner fin al Estatus de Protección Temporal, conocido como TPS, para personas de Nepal, Honduras y Nicaragua. La decisión afecta a más de 61,000 inmigrantes en todo el país —incluyendo a miles de familias que viven en Houston.
IN ENGLISH: Houston mother fears deportation as TPS protections end for Nicaragua and Honduras
¿Qué es el TPS?
El TPS fue creado por el Congreso en 1990 para ofrecer protección temporal contra la deportación a inmigrantes cuyos países enfrentaban guerras, desastres naturales u otras crisis humanitarias.
Hondureños y nicaragüenses recibieron la designación en 1999 tras el paso del huracán Mitch, que dejó más de 11,000 muertos y millones de desplazados en Centroamérica. Nepal la recibió en 2015 después de un terremoto devastador que cobró casi 9,000 vidas.
El TPS permite a sus beneficiarios vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos, aunque no ofrece un camino directo a la residencia permanente ni a la ciudadanía. Las extensiones se otorgan cada 18 meses.
A menos que otro tribunal intervenga, el TPS para Honduras y Nicaragua finalizará oficialmente el 6 de septiembre.
La historia de Carolina
Para Carolina, una inmigrante nicaragüense que ha vivido en Houston por más de dos décadas, el fallo representa un golpe devastador.
No usamos su nombre real ni mostramos su rostro porque teme represalias del gobierno de Nicaragua si es deportada.
Carolina llegó a Houston tras el huracán Mitch buscando una vida más segura. Desde entonces, ha trabajado legalmente con TPS, se casó y formó una familia.
“Es una situación bien dolorosa para nosotros, porque sería como separar a muchas familias cuyos hijos prácticamente han nacido en este país,” dijo.
Todos sus hijos son ciudadanos estadounidenses. Ella asegura que, si la deportan, tendría que dejar a sus hijos en Houston.
“Me iría sola, la verdad, porque mis hijos ya tienen su vida aquí.”
Carolina también teme persecución política si regresa a Nicaragua.
“Me daría miedo regresar, porque temo que me persigan políticamente. Yo no estuve involucrada, pero sí gente vinculada a mí,” explicó.
Y añade que ha visto de cerca los sacrificios que muchos inmigrantes han hecho para permanecer en Houston.
“Me duele ver la gente que ha venido a este país… han pasado por muchísimas cosas dolorosas solo para poder estar aquí.”
El impacto en Houston
Houston es el hogar de la comunidad hondureña más grande de todo Estados Unidos y también de una de las poblaciones nicaragüenses más grandes del país.
Muchos beneficiarios de TPS han trabajado durante décadas en la construcción, la hospitalidad y pequeños negocios locales. Defensores de inmigrantes advierten que, si se termina el programa, no solo las familias se verán afectadas, sino también la economía de la ciudad.
La demanda sobre el TPS
La Alianza Nacional TPS presentó una demanda federal contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para frenar la terminación del programa para Honduras, Nicaragua y Nepal.
El caso —National TPS Alliance v. Kristi Noem— fue presentado el 7 de julio de 2025 en la Corte de Distrito del Norte de California.
Los argumentos principales son:
- Violación de la Ley de Procedimiento Administrativo: Se alega que la decisión del DHS fue arbitraria e infundada.
- Motivación racial: La demanda afirma que la cancelación estuvo influenciada por prejuicios raciales, lo que viola la Quinta Enmienda de la Constitución.
- Impacto humano: Más de 60,000 personas perderían su estatus legal y su autorización de trabajo, a pesar de haber formado sus vidas en Estados Unidos.
Aunque un juez inicialmente pospuso la terminación, la decisión de la Corte de Apelaciones devolvió la incertidumbre a miles de familias.
Consejos de abogados
La abogada de inmigración Priscilla Mendoza asegura que familias como la de Carolina ya buscan alternativas legales.
“Están preocupados. No saben cuál será su futuro aquí en Estados Unidos. Han vivido más de 20 o 30 años, han construido sus vidas, tienen hijos aquí. No es tan fácil recoger sus cosas e irse,” explicó.
Mendoza recomienda que los beneficiarios de TPS tomen tres pasos inmediatos:
- Consultar con un abogado de inmigración para analizar opciones como peticiones familiares, visas de empleo o asilo.
- Preparar un plan para los hijos ciudadanos estadounidenses, incluyendo custodia y cuidado en caso de deportación.
- Mantenerse informados a través de organizaciones como la Alianza Nacional TPS, que lidera la batalla legal.
La abogada advierte que estas opciones son largas, costosas y con resultados inciertos.
Lo que sigue
A menos que otro tribunal intervenga, el TPS para Honduras y Nicaragua expirará el 6 de septiembre.
Mientras tanto, familias en Houston como la de Carolina dicen que se preparan para lo peor, aunque mantienen la esperanza de que el Congreso o los tribunales les den una solución permanente.