HOUSTON – La administración Trump está desplegando buques de guerra, aviones y tropas adicionales en el Caribe, describiendo la medida como una misión para combatir a los carteles de la droga que operan en la región. El presidente venezolano Nicolás Maduro la calificó como un “acto de agresión”, acusando a Washington de amenazar la paz y estabilidad de su país.
En Houston, donde vive una de las comunidades venezolanas más grandes del país, el anuncio generó reacciones encontradas: preocupación por una posible escalada de tensiones, pero también esperanza de que la presión adicional sobre Maduro pueda abrir el camino para que las familias finalmente regresen a Venezuela.
IN ENGLISH: Venezuelans in Houston say U.S. military pressure on Maduro brings hope of returning home
“Queremos reconstruir”
Dana Jiménez, quien huyó de Venezuela y ahora organiza con el partido opositor Vente Venezuela, dijo que muchos exiliados aún sueñan con regresar si cambia el gobierno.
“Créame, queremos reconstruir. Queremos regresar a nuestro país y queremos ser libres. Y necesitamos el liderazgo de Estados Unidos para que el mundo nos apoye”, dijo Jiménez.
Agregó que la comunidad ha estado esperando por décadas el fin del sistema que ha dominado la política de su país.“Venezuela ha estado esperando el fin del chavismo, madurismo, socialismo —como lo quiera llamar—. Este horrible régimen lleva 27 años en el poder”, señaló Jiménez.
Familias aún ligadas a su hogar
Para muchos en Houston, el vínculo con Venezuela sigue siendo fuerte. Henry Pacheco, quien salió en medio de la crisis del país, dijo que la esperanza de regresar nunca desaparece.
“Creo que muchos de nosotros regresaríamos, sabiendo que tenemos un país en paz, un país que va a prosperar, que va a seguir progresando, con un buen gobierno”, dijo Pacheco.
Cree que si llega el cambio, los venezolanos en el extranjero volverán para ayudar a reconstruir escuelas, negocios y comunidades que dejaron atrás. “Se trata de volver a casa, no de quedarse lejos para siempre”, añadió Pacheco.
La Casa Blanca lo presenta como una lucha contra carteles
La administración Trump ha enfatizado que el despliegue forma parte de una operación antidrogas más amplia destinada a desmantelar redes criminales.
“El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cartel de narco-terror. Maduro es el cabecilla fugitivo de este cartel que ha sido acusado en Estados Unidos por traficar drogas hacia el país”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca durante una rueda de prensa.
Jiménez señaló que ese mensaje resuena entre muchos venezolanos que observan desde Houston.“Creo que él va a acabar con los carteles. Eso fue lo que prometió. El presidente Trump, podemos ver que cumple lo que dice”, comentó.
Expertos advierten sobre expectativas altas
Aun así, expertos políticos advierten que el despliegue es más simbólico que decisivo.
“El presidente Trump puede lograr dos objetivos enviando activos estadounidenses hacia la costa venezolana. Primero, la interdicción de drogas y enviar un mensaje al gobierno venezolano, que apoya mucho el narcotráfico y los carteles. El otro es enviar un mensaje relacionado con los activos de Chevron y Exxon en el Golfo de México, frente a la costa de Guyana, que son muy lucrativos, y que Venezuela ha estado amenazando al decir que parte de ese territorio actualmente de Guyana le pertenece a Venezuela”, explicó Mark Jones, profesor de ciencia política en la Universidad Rice.
Jones advirtió que los venezolanos que esperan un cambio democrático rápido deben mantener la cautela.“Odio echar un balde de agua fría sobre las esperanzas democráticas de Venezuela, pero no veo que nada de lo que el presidente Trump está haciendo ahora ayude en términos de avanzar hacia un sistema democrático en Venezuela”, señaló.
Desde Houston, esperando el cambio
La comunidad venezolana en Houston ha pasado años organizando marchas, protestas y cabildeos para lograr apoyo internacional. Aunque el despliegue no traiga un cambio político inmediato, residentes dicen que renueva su esperanza de que el fin del régimen de Maduro un día les permita reconstruir la vida que dejaron atrás.
Por ahora, observan de cerca, esperando ver si esta última medida de Washington tiene algún impacto real en el terreno en Venezuela.